Granjas orgánicas: mejor pequeñas y cercanas a las ciudades
A primera vista puede parecer un disparate, pero las pequeñas granjas orgánicas ubicadas cerca de las ciudades son las que más rinden. Un hallazgo que surge de un análisis a gran escala publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences realizado en granjas orgánicas.
Las características de las granjas orgánicas
Los datos parecen no dejar lugar a dudas, las granjas orgánicas que funcionan con más éxito son pequeñas y están situadas cerca de los centros urbanos. Pero estos no son los únicos datos que surgieron de la investigación. Los sitios en los que se practica la agricultura ecológica presentan un aumento de la biodiversidad del 34% y, aunque el rendimiento es un 18% menor, los ingresos tienden a ser un 50% más altos. La cifra de biodiversidad se debe a las características menos intrusivas para el medio ambiente de la agricultura orgánica, lo que, sin embargo, conduce a una importante disminución del rendimiento.
Los mayores ingresos son posibles gracias al precio al que pueden venderse los productos orgánicos, debido a la voluntad de los consumidores de hacer frente a un mayor costo para acceder a un producto que se percibe como de mayor calidad. Sin embargo, hay pruebas de que las grandes explotaciones agrícolas orgánicas, desde el punto de vista ambiental y de otro tipo, pueden tener ventajas vinculadas a la aplicación de economías de escala y a la lógica de la producción. Sin embargo, el pequeño tamaño y la proximidad a las ciudades, desde el punto de vista de la rentabilidad, parecen ser las características decisivas. De hecho, permiten mantener los costos bajos y tener acceso a un mayor número de clientes interesados en los productos.
Cuando hablamos de granjas orgánicas, la fórmula perfecta no existe todavía, aunque los datos parecieran favorecer el tamaño reducido y la proximidad a los centros de población, lo que sería deseable es una difusión a gran escala de este tipo de producción, también con el objetivo de hacer más accesibles los productos orgánicos. Sin embargo, es necesario que el beneficio ambiental sea también sostenible desde el punto de vista económico para el productor, en un delicado equilibrio que aún no se ha encontrado.
