Toneladas de microplásticos llueven desde el cielo
Toneladas de microplásticos están lloviendo del cielo según un nuevo estudio de la Universidad de Utah en los Estados Unidos.

Los investigadores han recogido agua de lluvia durante más de un año en 11 zonas protegidas de los Estados Unidos y los resultados han sido sorprendentes.
El 98% de las muestras seleccionadas tenían partículas de microplástico en su interior. Según el New York Times, las grandes reservas naturales como el Gran Cañón verían llover hasta 1.000 toneladas de microplásticos cada año, lo que equivale a unos 120 millones de botellas de plástico, o unos 3 millones de botellas de plástico al día, según el New York Times.
De hecho, el plástico no se desgasta con el tiempo, sino que se descompone en partículas cada vez más pequeñas hasta niveles infinitesimales que pueden ser depositadas en el tejido animal y después ser ingeridas por los humanos.
Hasta ahora se habían señalado los problemas que los microplásticos causaban principalmente a los océanos pero, gracias a este nuevo estudio, parece que incluso las reservas naturales de la Tierra no son en absoluto inmunes a la contaminación plástica.
Los microplásticos, dado su tamaño, mucho más pequeño que un milímetro, pueden, gracias a los vientos, viajar en la atmósfera durante miles de kilómetros y luego caer junto con la lluvia en cualquier parte del globo.
Gracias a estas investigaciones, se ha demostrado que algunas zonas de los Estados Unidos, que hasta ahora se creían no contaminadas, están en cambio contaminadas por microplásticos, cuyo único origen se remonta a las perturbaciones atmosféricas.
Además, según los científicos, sólo una cuarta parte de los microplásticos, que han caído a través de la lluvia en los parques naturales americanos, habría venido de ciudades cercanas, mientras que todo lo demás habría venido de zonas geográficas más distantes.
