La Corriente del Golfo es de gran importancia para el equilibrio climático de Europa, ya que a través de su corriente lleva aguas más cálidas desde la costa caribeña hasta las costas europeas, lo que influye en las temperaturas de las costas occidentales del viejo continente.
Según los expertos, sin la Corriente del Golfo, el Reino Unido estaría, con toda probabilidad, casi permanentemente congelado.
Las causas que podrían conducir a una desaceleración o interrupción de la Corriente del Golfo se deben a los efectos del cambio climático.
El calentamiento global está favoreciendo el derretimiento del hielo de Groenlandia y el vertido de grandes cantidades de agua muy fría en el Océano Atlántico.
Según el estudio, este cambio en la temperatura del agua podría perturbar la Corriente del Golfo ralentizando o incluso interrumpiendo su flujo.
Además, según los modelos matemáticos de previsión, los científicos también han calculado que el derretimiento del hielo de Groenlandia introduciría una enorme cantidad de agua dulce, lo que también contribuiría a perturbar el delicado equilibrio de la Corriente del Golfo.
Sin embargo, los investigadores creen que la probabilidad de que la Corriente del Golfo se detenga por completo es prácticamente nula, mientras que existe una probabilidad nada despreciable de que pueda ralentizarse, dando lugar a inviernos glaciales y veranos más fríos en Europa.