Limpieza facial con aceite de oliva, cosmética natural diaria
La limpieza facial, especialmente para quitar el maquillaje diario, no debe atacar la piel, pero al mismo tiempo debe limpiarla y nutrirla profundamente. El uso del aceite de oliva, al contrario de lo que puede parecer, puede ayudar a conseguir resultados insospechados si se utiliza correctamente.
Limpieza facial con aceite de oliva, cosmética natural diaria
Es posible eliminar el maquillaje y obtener una limpieza profunda del rostro sin alterar el equilibrio de la piel utilizando un limpiador a base de aceite que disuelva el exceso de residuos grasos en la piel debido principalmente a la crema solar y al maquillaje.
La limpieza facial con aceite de oliva, aunque pueda parecer contraria a la lógica, ayuda a conseguir el resultado sin necesidad de utilizar surfactantes, ingredientes agresivos o conservantes, elementos necesarios en los limpiadores con espuma. Y debido a que esta limpieza facial es exhaustiva, se recomienda normalmente sólo una vez al día, por la noche después de desmaquillarse antes de acostarse.
Los pasos básicos para una limpieza facial natural
Después de haberse quitado el maquillaje con un poco de aceite y agua con discos de algodón:
Paso 1: Enjuagar la cara con agua tibia, y luego frotar;
Paso 2: Verter una pequeña cantidad de aceite en una mano, desde unas pocas gotas hasta un cuarto de palma; a continuación, distribuirlo en ambas manos y aplicarlo en toda la cara y el cuello;
Paso 3: masajear suavemente al menos durante un minuto dejando que el aceite penetre en la piel; es importante concentrarse en las zonas de congestión (zona T) y en las zonas de tensión muscular (como la mandíbula); esto disolverá la tensión en la cara y aumentará la circulación sanguínea;
Paso 4: después de mojar un paño con agua tibia y escurrirlo, presiona suavemente sobre la piel de la cara mientras quitas todo el aceite; puede ser necesario hacerlo varias veces.
Elegir el aceite para una limpieza perfecta de la cara
Excelente el aceite de espino amarillo, que puede ser mezclado con aceite de sésamo, aceite de colza, aceite de ricino y aceite de coco, así como con un poco de manteca de karité. El aceite de jojoba también es excelente.
La receta más común suele ser una mezcla de aceite de ricino y aceite de oliva virgen extra. Una proporción estándar de uno a uno es un buen punto de partida, pero se puede ajustar según el tipo de piel:
Piel normal: proporción 1:1 de aceite de ricino y aceite de oliva extra virgen;
Pieles grasas: proporción de 3:1 de aceite de ricino a aceite de oliva extra virgen;
Piel seca: proporción de 1:3 de aceite de ricino a aceite de oliva extra virgen.
Después de la limpieza facial con aceite de oliva la piel suele estar más clara, más suave, más brillante y con menos puntos negros. Un ritual fácil para cosméticos naturales caseros.
