¿Hay comida para hombres y para mujeres?

Comida para hombres o mujeres, todo es cuestión de estereotipos, o, mejor dicho, de la percepción que inducen los anuncios en sí mismos. No es ningún secreto, el marketing siempre ha echado mano de estereotipos para posicionar los diferentes productos y orientarlos hacia una categoría concreta de consumidores. Pues lo mismo sucede en el caso de la comida.
Comida y género
¿Una ensalada es para mujeres, mientras que una hamburguesa con queso es para hombres? Lo cierto es que no, pero la percepción que tenemos puede que sea así. Toda la culpa la tienen la publicidad y el marketing, los cuales se aprovechan de esta pregunta para poder identificar los diferentes segmentos del mercado y orientar mejor el producto. Lo más alucinante es que este proceso parece funcionar muy bien. Un estudio realizado por la University of Manitoba, en Canadá, mostró, en primer lugar, que existe una conexión directa entre el tipo de alimento y un género en concreto, por ejemplo, los alimentos más saludables se asociaron con el género femenino y los alimentos menos saludables con el masculino. En segundo lugar, si tenemos en cuenta un mismo producto, la diferencia residirá precisamente en el envase, que hará que se perciba, ese mismo producto, como dirigido a mujeres u hombres.
Los razonamientos del marketing son decisivos para definir la forma en la que percibimos un producto, especialmente cuando se trata de alimentos. Un ejemplo de lo más conocido es el caso de Coca-Cola Light y Coca-Cola Zero: la primera teóricamente atribuible a un público femenino, mientras que la segunda se dirige a un público más masculino. Los productos son muy similares (incluso aunque Coca-Cola garantice diferentes características y sabores) y se diferencian tan solo en el packaging y en la publicidad, los cuales las han caracterizado y dirigido, siempre en teoría, hacia un público específico. Para ser más exactos, se dice que la versión Zero nació solo para satisfacer la necesidad de los hombres de una Coca Cola con pocas calorías y que no fuera la light, que era «poco masculina». De todos modos, Coca-Cola insiste en que tanto Zero como Light son adoradas tanto por hombres como por mujeres.
Lo verdaderamente interesante sería adaptar esta habilidad del marketing y la publicidad para influir en las elecciones de los consumidores y dirigirlos hacia los alimentos más saludables y, por qué no, también hacia a opciones eco sostenibles.
