El árbol kiri, el súper árbol que absorbe la mayor cantidad de co2 de todos
El árbol Kiri es capaz de limpiar la atmósfera de dióxido de carbono (CO2) hasta diez veces más que otras especies. Esta es sólo una de las grandes cualidades de lo que se ha llamado un verdadero súper árbol. Sin embargo, en tiempos de reforestación para combatir el cambio climático, esta característica se destaca de todas las demás, aumentando el interés por esta planta.
La acción del árbol de Kiri contra el CO2
El árbol Kiri pertenece a la familia Paulownia (su nombre científico es Paulownia tomentosa). Es nativo del Lejano Oriente, entre China y Japón, donde fue llamado árbol de la emperatriz. Se importó a principios del siglo XIX en Europa y se utilizó principalmente como planta ornamental para decorar jardines, calles y avenidas por su belleza. Sus flores lilas o blancas, de hecho, lo convierten en un árbol extremadamente elegante. Sin embargo, sólo recientemente se han descubierto sus cualidades ecológicas. Comenzando precisamente con su capacidad de absorber una cantidad mucho mayor de CO2 que otros árboles. Una cualidad ligada sobre todo a su rápido crecimiento: en el primer año de vida alcanza una media de 10-12 metros. Por lo tanto, el almacenamiento de dióxido de carbono va de la mano, superando, en plena madurez, las dos toneladas de CO2 eliminadas de la atmósfera. Se ha calculado que plantar Paulownia con una tasa de crecimiento de unos 4,5 metros cúbicos en una hectárea y media de tierra absorbería el CO2 de 6,4 millones de metros cúbicos de aire.
No sólo el aire: los efectos en el suelo y las ventajas de la madera
El árbol de Kiri no sólo combate la contaminación del aire. El suelo también se beneficia de su presencia. Puede crecer en un suelo pobre y contaminado y lo regenera absorbiendo sustancias nocivas. Además, la caída y descomposición de sus grandes hojas le da al suelo importantes nutrientes. También es una de las variedades más adecuadas para la fitodepuración, el proceso de purificación natural del agua gracias a la formación de una flora bacteriana alrededor de sus raíces. Raíces que aumentan enormemente la resistencia del suelo a los fenómenos hidrogeológicos. Su madera, finalmente, es muy valiosa, flexible y resistente. Se utiliza tanto en el sector de la construcción como en la fabricación de numerosos objetos como muebles e instrumentos musicales. No es una coincidencia que, como en otras especies, se plantara con ocasión del nacimiento de un niño para obtener la madera con la que construir los accesorios que le acompañarán durante toda su vida.
Un aliado contra el cambio climático
En resumen, es posible que escuchemos cada vez más sobre el árbol de Kiri en los próximos años. Muchos ya se han centrado en él para combatir el cambio climático y sus efectos, contando con su capacidad para adaptarse a diversas temperaturas. En Texas, por ejemplo, hace tiempo se puso en marcha el proyecto "The Kiki Tree Revolution", cuyo objetivo es recuperar la tierra que se ha vuelto estéril a causa de la deforestación.
