¿Cuál es la diferencia entre la homeopatía y la fitoterapia?
¿Cuál es la diferencia entre la homeopatía y la fitoterapia? Para muchos, estos dos términos indican el mismo tipo de "medicina", pero hay mucha diferencia entre las dos prácticas: no son en absoluto sinónimos. Y la diferencia no sólo está en los principios utilizados, sino en la misma filosofía básica que caracteriza a la homeopatía de una manera concreta.
La comparación entre la homeopatía y la fitoterapia
Comencemos con la fitoterapia, práctica que probablemente sea el primer esbozo de la medicina moderna. Aunque el término sólo ha sido acuñado recientemente, desde los albores del tiempo los hombres han estado utilizando los principios activos presentes de forma natural en las plantas con fines terapéuticos. Por ejemplo, el ácido salicílico, del que se extrajo originalmente el principio activo de la aspirina o el ácido acetilsalicílico, de la corteza de los sauces y abedules. Se trata de un concepto más amplio que el de la homeopatía, que se considera un "sistema terapéutico específico". En otras palabras, no debería ser erróneo imaginar que existen remedios homeopáticos que también se consideran fitoterapéuticos, como pueden encontrarse en la medicina tradicional.
Por otro lado, la homeopatía es algo muy diferente: fue Samuel Hahnemann quien desarrolló esta "medicina alternativa" en la primera mitad del siglo XIX. Uno de los principios más controvertidos que subyacen a esta práctica es el llamado Similia similibus curantur, que puede traducirse en el contexto de una "cura similar a la similar". Este fundamento no tiene ninguna base científica, como tampoco la tiene la memoria del agua, otro principio importante para el funcionamiento de la homeopatía. Si queremos ser justos, cabe destacar que hay muchos estudios que indican la ineficacia de esta práctica, al menos más allá del efecto placebo.
En resumen, recapitulando: curarse con los principios activos presentes en las plantas, cuando un experto guía la terapia, es fundamentalmente el método más antiguo para curarse. Todo preparado con un principio activo derivado de plantas, aplicado en cualquier rama de la medicina "tradicional o alternativa", puede definirse como un fitofármaco. La homeopatía, en cambio, es algo más específico, con el uso de teorías no aceptadas por la comunidad científica y medicinas que pueden provenir de plantas, animales o minerales.
