Cocinar en la hoguera: un retorno a las raíces lleno de sabor y diversión
Afrontémoslo: cocinar en la hoguera puede que no sea la solución más cómoda ni más sana, pero si hablamos en términos de pasárnoslo bien, pues hombre, ya es otra historia. Ya sea en un bosque (¡solo donde esté permitido!) o en el jardín de tu casa, cocinar en una hoguera podría ser una alternativa más «aventurera» a la barbacoa tradicional, lo que sí que es importante es que no olvides tomar alguna que otra precaución y seguir un par de consejos útiles.
¡Fuego y llamas! Pero siempre con seguridad
El primer aspecto a tener en cuenta es la materia prima: seguro que no querrás cocinar envuelto en una nube de humo, por lo que te recomendamos prestar atención a la elección de la leña. Es bueno optar, siempre que sea posible, por maderas duras como el roble, capaces de arder gradualmente y durante más tiempo sin una producción excesiva de humo ni cenizas. Lo cierto es que un poquito de humo puede dar a sus platos un sabor agradable, o incluso característico, si es que decides utilizar leña de árboles frutales o aromáticos. Sin embargo, evita el uso de compuestos químicos para encender el fuego, dañan el sabor de los alimentos y es mucho mejor optar por otras soluciones más naturales, como ramas secas. Una vez encendido, espera a que la madera arda hasta que queden solo brasas con llamas muy bajas.
Cuando se trata de incendios, la seguridad siempre debe ser una de tus principales prioridades, especialmente si se trata de una hoguera, y siempre debes infórmate si está permitido hacer fuego en el lugar donde has decidido cocinar. Asegúrate de no estar cerca de nada inflamable y mantén el fuego a un tamaño que puedas apagar si es necesario. Presta mucha atención a los niños, a menudo les encanta el fuego y les atrae demasiado. Y antes de irte, asegúrate de haber extinguido por completo las llamas, ¡estés donde estés!
Deja volar tu imaginación
Una hoguera puede ser una opción más engorrosa y lenta para cocinar, pero lo cierto es que es bastante versátil. Hay un montón platos y de técnicas de cocina adecuados para el uso de las llamas, desde pinchos morunos a parrilladas. Carne, pescado y verduras, hasta los famosos marshmallow, los productos que podemos cocinar con esta técnica son innumerables. Recuerda, no obstante, las dos reglas de oro: temperatura homogénea y llamas alejadas de los alimentos. Otra opción interesante a tener en cuenta es el papillot: envuelve carne, pescado o patatas en papel de aluminio y colócalo debajo de las brasas, pero estate muy atento y acuérdate de cuántos paquetitos has metido, ya que el papel tiende a ennegrecerse y se confunde con el color de las brasas. Las ollas y sartenes son también fáciles de usar, lo único con lo que tienes que tener cuidado es con los mangos calientes y la temperatura de cocción. En cuanto a las ollas, si les pones una tapa metálica, podrás cubrirlas con brasas, obteniendo así un efecto similar al del horno o también puedes colgarlas suspendidas sobre las llamas.
Otro valioso consejo que podemos darte es controlar siempre la temperatura de las llamas, para evitar el desagradable resultado de los alimentos quemados por fuera y crudos por dentro. Además, ten siempre reservada una buena dosis de paciencia, ya que al cocinar al fuego sin duda tardarás más tiempo que con otros métodos, y desde luego no es la solución ideal si tienes prisa. Recuerda también que la diversión radica en la improvisación, por lo que una rama afilada puede convertirse fácilmente en un tenedor para asar y, en caso de que hayas olvidado el papel de aluminio, un par hojas pueden realizar la misma función maravillosamente bien. Lo importante más es que la seguridad siempre sea prioritaria, tanto con lo que estamos cocinando como con la vegetación de nuestro entorno. ¡Asique dale rienda suelta a tu espíritu aventurero y diviértete a tus anchas!
