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Búhos en lugar de pesticidas en Oriente Medio

Búhos en lugar de pesticidas en Oriente Medio

Búhos en lugar de pesticidas, en Oriente Medio han dado con una solución respetuosa con el medio ambiente y que a la vez promueve la paz entre los países vecinos.

Usando búhos en lugar de pesticidas, en Oriente Medio están decididos a erradicar cualquier químico en la lucha contra las malas hierbas. Una legión de búhos, lechuzas y otras aves rapaces ha sido contratada para luchar contra la invasión de aves de corral en los cultivos, con resultados muy prometedores no solo para los agricultores sino también para sembrar la paz entre las naciones vecinas.

Naturaleza más allá de los conflictos

El proyecto nació en 1982 cuando el destino quiso que el zoológico de Tel Aviv, en Israel, tuviera un superávit de búhos (lechuzas para ser más exactos, que serían las más adecuadas para vivir entre los humanos). Los animales le fueron confiados al ornitólogo Yossi Leshem, que pronto les encontró una ocupación. Los agricultores en diferentes áreas de todo Israel culpaban a los roedores de numerosos daños sufridos en sus tierras. Los productores se enfrentaban al problema usando dosis masivas de pesticidas que, en consecuencia, estaban causando bastantes problemas al ecosistema local.

A pesar de la desaceleración debido a los diversos conflictos en los que se vieron involucrados tanto Israel como los países vecinos a lo largo de los años, el proyecto demostró ser más eficaz de lo esperado, reportando beneficios que iban mucho más allá del sector agrícola. Las aves no conocen de fronteras y de hecho extendieron su zona de caza a los territorios vecinos, afectados por los conflictos. Por aquel entonces, con frecuencia se utilizaban plaguicidas nocivos que perjudicaban a las aves rapaces, lo cual obligó a académicos y agricultores de los diferentes países a sentarse a dialogar, acordando la utilización de las lechuzas.

Una historia de dificultades y éxitos

La experiencia con aves rapaces también se enfrentó a algún que otro problema en relación a la población local. De hecho, las lechuzas comunes representan un mal presagio para cierta parte de la población. Esto conllevó a un cierto ostracismo que resultó en actos de vandalismo contra los refugios instalados para que anidaran. Sin embargo, los resultados obtenidos han llevado a los agricultores a cambiar de opinión: solo hay que pensar que una lechuza puede cazar de 2,000 a 6,000 pequeños mamíferos al año.

El éxito alcanzado en Israel ha estimulado el interés de otros países como Egipto, Chipre, Grecia, Túnez, Marruecos y algunos más, que han expresado su claro deseo de importar el uso de aves rapaces también en su territorio, con algún que otro experimento ya en curso. Este método de lucha contra las plagas tiene claras ventajas para los agricultores y el ecosistema, además de que promueve la biodiversidad. La idea es expandir el sistema a nivel global, explotando las herramientas de «control» que nos brinda la naturaleza.


Fabrizio Inverardi
Fabrizio Inverardi
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Chitarrista, motociclista, da sempre appassionato di scienza, tecnica e natura. Sono laureato in Psicologia del Lavoro e della Comunicazione. Curioso per natura amo i viaggi, il buon vino e scoprire cose nuove. Da qualche anno nel settore del marketing digitale e della comunicazione.
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Chitarrista, motociclista, da sempre appassionato di scienza, tecnica e natura. Sono laureato in Psicologia del Lavoro e della Comunicazione. Curioso per natura amo i viaggi, il buon vino e scoprire cose nuove. Da qualche anno nel settore del marketing digitale e della comunicazione.
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